Es una enfermedad inflamatoria multisistémica mediada por linfocitos T que provoca inflamación, en pulmones, piel y ganglios linfáticos. Comienza como diminutos bultos similares a los granos llamados granulomas, puede afectar a cualquier órgano del cuerpo y no se conoce la causa.

Tratamiento: Si los síntomas son graves o si la función del órgano se ve amenazada, probablemente seas tratado con medicamentos: a) Corticoesteroides: son el tratamiento de primera línea y pueden aplicarse directamente sobre la zona afectada, mediante una crema en la lesión o mediante gotas en los ojos. b) Medicamentos que inhiben el sistema inmunitario: como el metotrexato y la azatioprina, reducen la inflamación al inhibir el sistema inmunitario. c) Hidroxicloroquina, puede ser útil para las lesiones de la piel y para los niveles elevados de calcio en la sangre. e) Inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa. Estos medicamentos se usan, frecuentemente, para tratar la inflamación asociada con la artritis reumatoide y también pueden ser útiles para tratar la sarcoidosis que no responde a otros tratamientos.