Es uno de los tipos de estrabismos más frecuentes (especialmente entre los niños) y se ubica dentro de los denominados estrabismos convergentes. Se produce cuando el estrabismo convergente (el ojo se desvía hacia dentro, hacia la nariz) aparece asociado a uno de los problemas refractivos más habituales, la hipermetropía o incapacidad de ver con nitidez los objetos que se encuentran más cercanos.
Tratamiento: anteojos, parche en el ojo menos desarrollado y cirugía (lo decide el oftalmopediatra).